jueves, 25 de septiembre de 2008

¡¡¡¡¡¡¡QUE SEÁIS MUY FELICES!!!!!


Ésta será la última entrada del blog que me corresponde, luego le quedará a Chus el resto del trabajo para poder terminarlo. La verdad es que me da bastante pena, porque después de llevar casi un mes con esto, ya casi se había convertido en un hijo para mí. Y además, me encanta hablar de la boda de Carmen y Marcos porque lo pasamos tan fantásticamente bien, que recordarlo en estas líneas es como regresar a aquellos momentos. Aún así, seguro que nos dejamos muchas cosas en el tintero y hay muchas otras que por mucho que quisiéramos expresar con palabras, no podríamos. Fue una boda fantástica, nos lo pasamos realmente bien y siempre estaremos a Carmen y a Marcos por celebrar ese día tan especial con nosotros y también por hacerlo de un modo muy diferente al habitual, porque sin duda su boda fue única, totalmente diferente a cualquier otra boda a la que hubiéramos asistido. Fue una boda especial, pensada para que la gente la disfrutara de principio a fin y se lo pasara bien, ellos siempre pendientes de los invitados: en la Catedral, en la comida, en el baile... siempre.


Muchas gracias Carmen y Marcos por compartir con nosotros el día más importante de vuestra vida, y hacerlo de un modo tan especial, haciéndonos el maravilloso regalo de vuestra boda, simplemente perfecta. No la olvidaremos nunca.


Pero bueno, intentaré reenganchar con el momento donde dejé este blog ayer. Ya había transcurrido la comida, a eso de las ocho y pico de la tarde; eso sí, aún nos quedaba la cena. Carmen le había entregado su ramo a nuestra Chusina, un momento muy especial que ella misma os comentó personalmente con todos los sentimientos que tuvo en ese momento. Esperamos ansiosamente la boda de Chus y Víctor para el 2009, porque a quien le entregan el ramo, dice la tradición que tiene que casarse en el plazo de un año, así que chicos, ya sabéis, a fijar fecha de la boda en Santiago para el 2009!!!!!


Después de todos estos momentos llenos de emoción, después de las confidencias y la felicidad a raudales que Carmen y Marcos compartían con todos nosotros, llegaba uno de los momentos más importantes en toda boda que se precie, la inauguración del baile por los novios con el valls nupcial. Lo hicieron fenomenal, aunque no me extraña, a tenor de las prácticas que Marcos había realizado con su hermano Víctor en el salón de su casa y que nuestra diablesa Carmencita grabó a traición para exponerla en un vídeo muy gracioso y simpático que nos pusieron en la discoteca. Aunque esa parte le corresponde a Chus, de la que sin duda os hablará mucho más. Carmen y Marcos iniciaron el baile con el valls nupcial, eran la viva imagen de la felicidad y del amor, abrazados, enamorados, llenos de pasión y de sueños en el comienzo de su vida de casados que ese día inauguraban por todo lo alto. Y si no, sólo tenéis que ver las fotos, qué guapos, felices y enamorados estaban, al igual que todos los demás, compartiendo su alegría y su amor. Lo pasamos también realmente bien en el baile, con canciones de todo tipo, incluida la 69.G de Joaquín Sabina en honor de nuestro Richard, el marido de Eli; un guiño sobre "la noche de autos", la despedida de Carmen, noche de la cual ninguna de nosotras recuerda nada, padecemos todas una profunda amnesia.




Pero Richard tendría mucho que ver en el baile en sí, o mejor dicho en la etapa musical de la boda entre la comida-merienda y la cena, ya que el tío es un fenómeno, toca la guitarra y canta como un auténtico profesional. No en balde, posee un grupo, aunque en sus tiempos libres, trabaja en Telefónica. Pero sin duda lo suyo es la música, y así lo dejó de manifiesto subido en el escenario, primero solo y después acompañado de la flamante novia y de su flamante padrino, el gran Javier, que despojado ya de su traje oficial de padrino, disfrutaba de la boda de su hija con camisa negra y estilo rockero. Después subieron también las hijas de Richard, entre ellas mi Andreita, una monada de niña, muy guapa, muy bien educada y un verdadero encanto. Nos lo pasamo fenomenal, coreando, gritando, bailando... lo que hiciera falta. Y es que Richard, eres un fenómeno y un artistazo.



Toda la boda de principio a fin fue así, sencilla y a la vez llena de detalles, preciosa, larguísima y que se hizo cortísima. Carmen y Marcos

hicieron una boda tal y como son ellos, cercanos, cariñosos, detallistas, radiantes de felicidad. Y su boda fue exactamente igual que ellos, salió perfecta, a excepción de un mínimo detalle, yo no pude dejar de echar de menos a sus nenas, a Lola y Xiana, las dos pequeñas princesitas de su hogar. Pero aún sin ellas la boda fue sin duda la mejor a la que yo he ido en toda mi vida, porque fue especial, la hicieron pensando en sus invitados, en que la gente que estábamos allí la disfrutásemos tanto como ellos, que la viviésemos como parte de ella, que participásemos activamente en la fiesta y que todo el mundo disfrutase. Yo, como no podía ser de otra manera, terminé llorando de alegría. Empecé la boda emocionada, llorando al ver entrar a mi nena radiante a la Catedral para casarse con el gran amor de su vida, Marcos, y la terminé abrazada a ella, también llorando de emoción al despedirnos en la discoteca. Y es que mi Carmencita es muy importante para mí, y también lo es para cualquiera que la haya conocida, con ese corazón tan enorme, siempre tan generosa, tan cariñosa, tan buena amiga... Ella es única y yo la quiero muchísimo, es mi amiga de siempre y lo seguirá siendo toda la vida; por eso, su boda era tan importante para mí. Me alegro muchísimo de que sea feliz y de que haya encontrado la felicidad al lado de Marcos, una persona con el mismo corazón enorme que tiene ella, igual de cariñoso y detallista.





Espero que seáis muy felices y que me hagáis tía. Siempre me alegraré por vuestros éxitos y vuestros pasos en la vida, que os queráis siempre tanto, porque sólo al veros uno puede darse cuenta de que el verdadero amor está con vosotros, que os queréis, os amáis y que juntos seréis muy felices, día tras día en esta nueva etapa. Muchas gracias por compartir también conmigo ese día tan maravilloso de vuestra boda, un día que por mucho tiempo que pase nunca jamás olvidaremos.



Os quiero muuuucho a los dos. Muuuucho, muuuucho, muuuuuuuucho!!!!!!!!!


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