jueves, 11 de septiembre de 2008

MI NENA EN LA PELUQUERÍA

Mi nena se va a casar. Sí, Carmen es mi nena, hemos vivido tantísimas cosas juntas durante estos años. Por eso, quieras que no, aquella mañana luminosa y radiante del 30 de agosto yo estaba un poco nerviosa. Lo primero era que hacía sol, (menos mal, porque la tarde anterior diluviaba, y bueno, a lo largo del día tuvimos un poco de todo) y era prontito por la mañana. Carmen tenía hora a las 9.30 pero haciendo un cálculo aproximado, entre que le lavaban en pelo y demás, la hora a la que yo debía llegar era sobre las 10. Así que como un clavo estaba yo a esa hora en la peluquería para no perderme nada.

A Carmen la peinaba Clara, mi peluquera de toda la vida. Carmen me preguntó si conocía alguna buena peluquera y yo le recomendé la mejor de toda Oviedo. Entre que Clara es una peluquera estupenda y que Carmen además de guapísima tiene una melena preciosa, el éxito estaba asegurado. Así que ahí estaba yo, cámara en ristre, inmortalizando el momento.


Lo primero que tengo que contar, como mera anécdota, es que Carmen llevó el día de su boda el peinado que yo pensaba llevar. Que conste que yo desconocía que ella fuera a llevar ese peinado, de hecho creo que la idea inicial que tenía era bien distinta. Y yo el peinado lo saqué de una foto del Vogue de agosto, para una vez que se me ocurre un peinado diferente. Clara no se lo creía, que no lo supiera, mira que habrá peinados en el mundo y precisamente íbamos a coincidir. Creo que a día de hoy aún piensa que estábamos de coña. Probablemente en la mente de cualquier persona normal resulte imposible pensar que dos personas coincidan en el mismo peinado, con los miles de peinados que puede haber en el mundo, pero entre Carmen y yo cualquier cosa es posible.


El tiempo pasaba, a mi nena la pusieron en el secador para que se le mantuviese el peinado, y aprovechamos el impass para tomarnos un cafetín calentito, que el día se presentaba largo y lleno de emociones, por lo que había que estar despierta. Pobrecita mi nena, que llevaba casi sin dormir durante horas, pero puedo daros fé, y luego os hablaré largamente de ello, de que disfrutó su boda de principio a fin, muy despierta y captando cada instante de esa preciosa boda que Marcos y ella nos regalaron.


Me gusta especialmente esta foto con el moño, me parece muy natural y además se da un aire a la Audrey Hepburn, un icono que siempre me ha fascinado.


Siguieron los preparativos de la preciosa melena rizada y con recogido que Clara le hizo a la nena, y la dejó simplemente divina. Como de peluquería no tengo ni idea y además tampoco podría explicarlo, voy poniendo fotos de los diferentes pasos.



Paso número 1:


Se deshace el moño estilo Hepburn y se van poniendo los tirabuzones uno a uno











Paso número 2:






Completando el recogido















Y el resultado final: Mi nena divina (y su mami al fondo, que también la dejaron monísima).



La verdad es que me hizo mucha ilusión compartir estos momentos con mi nena. Siento no haber estado cuando se vistió y la maquillaron, aunque si Cova o la propia Carmen me pasan las fotos, podremos completar este blog más adelante con esas instantáneas de esos momentos tan maravillosos.
Y lo maravillosa y guapísima que estaba mi Carmencita, como es ella!!!!


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